Si te estás preguntando ¿Cómo lograrlo? Lo primero que se requiere es voluntad. Si la tienes, cuando menos lo esperes, serás más resiliente, más feliz y más fuerte para afrontar las crisis de la vida.
Está demostrado que la gratitud libera neuroquimicos, los llamados del bienestar, dopamina, oxitocina y serotonina. La gratitud nos facilita la gestión de las emociones y el estrés.
Texto tomado de unodc.org